Gertrude Duby Blom: La Reina de la Selva
Imágenes de dos siglos
Un proyecto fotográfico de Gerardo Garciacano y Gregorio Vázquez
Apertura: 14 de marzo 2024, Embajada de México en Suiza, Berna
Ver AQUÍ fotos y video del evento
6 de junio 2024, Museum Kleines Klingental, en Basilea Suiza, en cooperation con Expolat
5 de julio 2024, Asociación Cultural Na Bolom, San Cristóbal de las Casas, México
24 de octubre 2024 Biblioteca de la UNACH, Tuxlta Gutierrez, Chiapas México
En cooperación con Asociación Cultural Na Bolom.ch, Asociación Cultural Na Bolom en México, y la Embajada de México en Suiza.
Este proyecto fue posible con el apoyo de Kanton Bern, Burgergemeinde Bern y Temperatio Stiftung.
El texto introductorio de Meike Powroznik, curadora de las Américas en el Museo Etnográfico de la Universidad de Zúrich, en alemán, está AQUÍ.
“Hachakyum, dios de dioses, creó los cielos y las selvas. En el cielo, sembró las estrellas, y en la selva, plantó los grandes árboles. Las raíces de todas las cosas están entrelazadas entre sí. Cuando se corta un árbol en la selva, una estrella cae del cielo.”
Chan k’in Viejo (1900-1996)
El proyecto es un diálogo fotográfico entre dos siglos y dos fotógrafos. Al yuxtaponer las imágenes capturadas por Gertrude Duby Blom en el remoto pueblo lacandón de Nahá en la segunda mitad del siglo XX con mis propias fotografías del mismo lugar en el siglo XXI, se despliega una narrativa que revela una delicada interacción entre tradiciones, globalización y supervivencia.
ANTECEDENTES
Este proyecto se ha inspirado en el trabajo fotográfico de Gertrude “Trudi” Duby Blom (1901-1993), abarcando su tiempo en México desde la década de 1940 hasta su muerte en 1993. Trudi dedicó los últimos 50 años de su vida a preservar el paisaje y las culturas del estado sureño de Chiapas, estableciéndose como una de las primeras activistas ambientales del siglo XX. Trudi fue una periodista, antropóloga social y activista suizo-mexicana temperamental e indomable, conocida en Chiapas como “la reina de la selva”. El nombre, acuñado en la película documental de 1989 por Robert S. Cozen, Reina de la Selva, Gertrude Blom: a Portrait, lleva consigo algo de la ambivalencia del papel de Trudi visto en retrospectiva desde una narrativa postcolonial.
Cuando Trudi encontró por primera vez a los lacandones en 1943, estaban muy aislados del concepto más amplio de civilización. Su forma de vida tenía más similitudes con los grupos indígenas de la cuenca del Amazonas que con el resto de México. A partir de mediados de la década de 1940, Trudi comenzó a concienciar activamente sobre la deforestación causada por madereros, colonos inmigrantes, comúnmente conocidos como “ladinos”, la industria petrolera y las acciones del gobierno mexicano. A través de su trabajo fotográfico, llamó la atención sobre el impacto perjudicial de la deforestación, destacando no solo el daño a nuestro planeta, sino también la amenaza inmediata que representaba para el modo de vida de los lacandones.
Mis retratos tienen como objetivo construir sobre el legado documental de Trudi al capturar la generación actual y las circunstancias del pueblo lacandón de la remota región de Nahá-Metzabok. Ilustran cómo esta comunidad ha estado lidiando con el impacto de la modernización y la influencia de un mundo cada vez más globalizado.
“No tan sólo hablan mal de mí: me odian. Son mis enemigos. Como los forestales, la gente
del Banco Rural que destruye las selvas con créditos para el ganado; los ladinos que no
quieren a los indígenas… Que sigan hablando. Solo el que no hace nada no tiene enemigos. Que
crezca el mito de Gertrude Duby Blom. Más tarde, cuando no esté aquí, podrá verse la
verdad de las cosas, y mi existencia en esta zona de magia.“
Gertrude Duby Blom
Trudi y Gerardo
Los paralelismos entre la vida de Gertrude y la mía han desempeñado un papel fundamental en la catalización de este proyecto. Mientras que Trudi era una mujer del los altos berneses que emigró a México, donde pasó la última parte de su vida, yo crecí en México y más tarde me mudé a Europa en busca de trabajo como cantante clásico, y he vivido en Berna desde 2008. Además, tanto Trudi como yo nos adentramos en la fotografía tarde en nuestras vidas. Su fotografía se dedicaba principalmente a la documentación y a crear conciencia sobre la destrucción de la selva y sus culturas. Mi interés principal en la fotografía es de índole artística. En mis retratos, experimento con la yuxtaposición del retrato posado, iluminado en estudio, con la naturaleza fluida y aleatoria del retrato callejero. Mientras Trudi, siendo suiza, documentaba grupos étnicos en México, yo, como mexicano, documento grupos sociales en Suiza en mi serie de Retratos Callejeros. Trudi y yo también compartimos el hecho de que, para los lacandones, ambos somos ladinos o extranjeros. Mi ciudad natal de Nuevo Laredo, en el norte de México, debe sentirse tan lejana para ellos como Berna
“Mi fama como cantante se extendió rápidamente por toda la selva. Cada vez que llegaba a diferentes aldeas, una de mis principales tareas era cantar. Una vez, para disipar el enojo de Mateo porque no habíamos traído el fonógrafo deseado, no encontramos otro medio que mi canto.“
Gertrude Duby Blom
SOBRE NAHÁ
“Hach Winik”, los “hombres verdaderos” y los guardianes de la biósfera
Se cree que los lacandones han habitado la región entre Yucatán, Chiapas y el Petén en Guatemala desde tiempos ancestrales. Durante la colonización española, cuando otros grupos étnicos estaban siendo convertidos al catolicismo o aniquilados, huyeron a lugares remotos de la selva para preservar sus tradiciones. Muchos antropólogos consideran que fueron uno de los pueblos indígenas más puros de México hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando las carreteras de las compañías madereras hicieron que la selva fuera más accesible. Esto coincide con la llegada de Trudi Blom a Chiapas, cuyas fotografías dan testimonio de la destrucción de la selva. Se estima que alrededor del 80% de la selva lacandona, la única selva tropical en América del Norte, se ha perdido debido a la deforestación.
Los lacandones se llaman a sí mismos “Hach Winik”, que se traduce como “hombres verdaderos”, y han sido designados como guardianes de la Reserva de la Biosfera Nahá–Metzabok, un sitio de la UNESCO desde 1998. Desde 2004, Nahá también es un sitio protegido por RAMSAR. La razón de estas designaciones es que en estos hábitats existen unas 40,000 especies de fauna y flora, y el área se considera el sitio más importante para la biodiversidad en América del Norte. Las regiones de Nahá y la vecina Metzabok (otra comunidad lacandona) representan solo el 0.4% de la superficie de México, pero albergan el 48% de las especies de aves, el 33% de los murciélagos, el 11% de los reptiles y el 25% de los mamíferos del país. Actualmente, Nahá tiene una población de aproximadamente 270 habitantes, alrededor de 60 familias. Pertenecen al grupo indígena maya y hablan el idioma lacandón.
Culturalmente, la mayoría de los lacandones se han alejado de sus propias tradiciones. Un grupo se convirtió a la religión Bautista, mientras que otro adoptó el Adventismo del Séptimo Día. Sin embargo, la comunidad de Nahá, liderada por su carismático jefe y líder espiritual, Chan K’in Viejo, se mantuvo firme en preservar la esencia de la religión y cultura tradicional maya. Trudi desarrolló una profunda amistad con Chan K’in, sintiendo un gran respeto por su conocimiento de las tradiciones orales mayas y sus complejos aspectos morales y cosmológicos. El actual líder espiritual (Ut’ohir) de Nahá es Don Antonio, hijo de Chan K’in Viejo. Con dos nuevas iglesias evangélicas en la pequeña comunidad, Don Antonio, que ahora tiene más de 90 años, lamentablemente cuenta con muy pocos seguidores y nadie ha sido preparado para remplazarlo.
“Vinieron del otro lado del mar y nos encontraron viviendo aquí. Y estas gentes trajeron su propio dios: Akiantó. Por eso ahora hay mucha gente y misioneros que veneran al dios de los extranjeros. Ellos construyeron frecuentemente iglesias con las piedras de las casas de nuestros dioses y en las ruinas de nuestros templos. Se llevaron muchos bellos objetos sagrados que jamás volvimos a ver. Tantas cosas sagradas que nos dejaron nuestro dioses fueron quemadas y destruidas y están perdidas para siempre“.
Chan k’in Viejo (1900-1996)
“My bitter experience from all the fights for many years is: the forest will go, the planet will go, and, what I don’t care about, humanity will go. We deserve to disappear.”
Gertrude Duby Blom
Gertrude Duby Blom
Gertrude Elisabeth Loertscher was born in Innertkirchen and grew up as the daughter of a religious minister in the small village of Wimmis near the Swiss alps. She led an extraordinary life that diverged radically from the norms of her rural Swiss background. In her twenties, she joined the Socialist Party and became a fierce journalist who wrote against fascism in 1930s not only in Germany but also in Switzerland, Italy and France. Due to her political activism, she was arrested five times, incarcerated three times, and sent to a camp for undesirable foreigners in France before eventually moving to Mexico.
In 1943, she volunteered to join an exploration expedition led by the government to the southern state of Chiapas. The expedition was the first of its kind in one hundred years and it was mainly on horseback. This presented a challenge for Trudi, who had never ridden a horse before. In the Lacandon jungle, she encountered Frans Blom, a well-known Danish archaeologist and cartographer, whom she later married. It was during this time that she started her socio-political work, advocating for the environment and the communities of the Chiapas jungle.
Initially, her interest in the group, much like her husband’s, was primarily anthropological and sociological. They collected artifacts to prevent their loss, vaccinated the Lacandons to protect them from devastating diseases from the outside world, and, in general, sought to shield them from the destructive influences of that same outside world. Within a few years, however, it became evident that, even if Lacandon culture might be defended in the abstract, the relentless forces of economic change were condemning these gentle people to extinction [4]. Trudi began then to see herself as the protector and saviour of the Lacandon.
In 1951, Trudi and Frans Blom purchased a house in San Cristobal, which they named Na Bolom (“house of the jaguar” in Lacandon). The 22-room house, originally built in 1891 as a seminary, transformed into a research center with an extensive library containing specialized works on Chiapas, Mexico, and Mesoamerica. Trudi managed the day-to-day operations, and after Frans passed away in 1964, she established the Asociación Cultural Na Bolom to ensure the protection of Lacandon culture and provide them with a home away from home when they visited San Cristobal for personal or professional matters. Trudi passed away on Christmas Eve in 1993 and was laid to rest in the San Cristobal cemetery. In 2010, the remains of both Frans Blom and Trudi Duby were moved to the sacred cemetery of the Lacandon people in Naha. This emotional journey marked the final expedition to the jungle, fulfilling Trudi’s last wish.
“We must return. I believe, as the hunters believe, that people who have entered that jungle are lost; they must return, leave, but always come back until their bones remain there, trapped in the bosom of Mother Earth, under the emerald roof of its giant trees…”
Gertrude Duby Blom
Special thanks to Kyra Nuñez de León-Johnsson for providing invaluable information and her help editing the text in this website.
SOURCES AND EXTERNAL LINKS
[1] Rostros y rastros de una leyenda: Gertrude Duby Blom by Kyra Nuñez de León-Johnsson. Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas. publicaciones@concecultachiapas.gob.mx
[2] Gertrude Blom Bearing Witness by Alex Harris
[3] Gertrude Duby Blom. Alias Trudi Lörtscher, Pfarrerstochter zu Wimmis
[4] Encyclopedia.com Duby-Blom, Gertrude (1901–1993)
[6] Karussel -Xunan-The Lady SRF Interview
[7] Garrick Wilkie: Chan K’in Viejo: El Sabio de la Selva Lacandona. Prof Mex Films